Año 2024. Tímidos rayos de sol iluminan una sala sin vida. Sillas, mesas, ordenadores y varios cascos cubiertos por una fina película de polvo son los únicos recuerdos de lo que apenas pasaba unos años antes.
Al principio ganó la curiosidad, la moda se impone, la IA es más cercana a los jóvenes -acostumbrados ya a comunicarse más con el teclado que a la cara-, una ayuda en el trabajo, proclamaron desde arriba. Pronto la colonización llegó. Se difundieron las maravillas: más barato, más masivo, más rápido, ‘con los nuevos tiempos’.
De repente, luz roja. El teléfono suena. La voz suave y tranquila de la asistente personal, ‘Álex’, resuena en la sala. La asistente personal para todo y todos, Alex responde llames donde llames, son los nuevos tiempos. Pero su interlocutor no está tan tranquilo. Una incidencia. Preocupación y prisas contrastan con la imperturbable Álex.
- “¿En qué puedo ayudarle?”, se escucha repetir a Álex.
Los nuevos tiempos, pero hay un problema.
- “Disculpe. No soy capaz de entenderle”, se excusa Álex con voz melosa. “¿Puede repetir en qué puedo ayudarle más despacio?”.
Los minutos pasan, Pedro pierde la paciencia, la IA no está programada para entenderlo. Los nuevos tiempos.
- Álex vuelve a empezar: “Pulse uno para volver a escuchar las opciones, dos para escuchar nuestra política de protección de datos, tres y explique brevemente en qué puedo ayudarle”. Antes de conocer qué depara el cuatro, se corta la llamada.
Otro cliente pidiendo una persona, otro cliente perdido. Son los nuevos tiempos.
Sin embargo, existe la resistencia. Testigo de la incomprensión a la que se enfrentan los clientes y los estragos que causa en las empresas, un grupo de personas se aferra en la trinchera de la atención personal: más que una batalla es un pulso de prioridades entre una única apuesta a la inteligencia artificial contra la inteligencia natural apoyada por la mejor tecnología, pero que entiende que la esencia de la atención al cliente es un equipo de personas empático, resolutivo, cercano y rápido. Attel entiende que el cuidado al cliente es tu mejor imagen de marca, únete a la resistencia.
